Durante los últimos siete meses, la estrategia del AKP ha
consistido en intimidar y utilizar el terror contra la población civil kurda
dentro de sus fronteras. Dicha estrategia se ha manifestado por la matanza de
civiles kurdos, jóvenes, ancianos así como mujeres y niños. Las escuelas se han
convertido en lugares donde las fuerzas especiales turcas intimidan y asustan a
los niños, mientras que preparan los ataques a los pueblos y ciudades.
Han perpetrado ataques con tanques y fuego de artillería
pesada contra los hogares de la población civil, convirtiendo las áreas urbanas
en una zona de guerra. Los soldados y la policía turca han utilizado el cuerpo
de la mujer como campo de batalla, llegando incluso a arrastrarlas y
desnudarlas tras ser asesinadas. Todo esto es el resultado de una mentalidad
patriarcal, de una mentalidad racista y autoritaria que está profundamente
enraizada con la naturaleza autoritaria del Estado-nación.
Con el fin de
entender lo que está sucediendo en el Kurdistán, es necesario entender la
mentalidad del partido en el poder en Turquía, el AKP, ya que esta mentalidad,
es la base ideológica que intenta de manera persistente, homogeneizar las
diferentes culturas, religiones y etnias que conviven en dicho territorio. E
l AKP representa la fusión de dos corrientes de pensamiento:
el nacionalismo turco y un islam autoritario. Es la mentalidad que alimenta las
matanzas y el asesinato de niños, mujeres, jóvenes y ancianos en el norte de
Kurdistán. Para entender el conflicto actual es necesario profundizar en la
historia del nacionalismo turco y su conjunción con el islam más autoritario,
estructura del cuerpo del AKP. (Leer toda la nota)
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