sábado, 10 de septiembre de 2016

El Pacto Kerry/Lavrov de "paz para Siria" que acaba de firmarse es un acuerdo contra la autonomía kurda

Por Juan Giglio

El Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov y el Secretario de Estado yanqui, John Kerry, acaban de anunciar en una inédita conferencia de prensa conjunta -en la ciudad de Ginebra, Suiza- un acuerdo para conseguir la “reducción de la violencia en Siria”.

El representante directo de Obama, John Kerry, mostró confianza en la capacidad rusa de influir sobre el gobierno de Bashar Al Assad, de manera de “frenar este conflicto y llevarlo a la mesa de las negociaciones, para concertar la paz”. (Press TV, 10 de setiembre)

Este mismo medio, ligado al gobierno iraní, dice que “Lavrov declaró que los dos países se pusieron de acuerdo en coordinar sus ataques aéreos sobre los grupos terroristas en Siria, buscando así la posibilidad de reducir la violencia por un período prolongado”.

Para esto, “luego de siete días de tregua, Moscú y Washington establecerán un Centro Conjunto de Implementación, dentro del cual las representaciones políticas, militares y de inteligencia de ambos países se pondrán de acuerdo en las cuestiones prácticas”.

El acuerdo involucra directamente a los jerarcas de Siria, Turquía e Irán, cuyas fuerzas armadas o milicias adictas jugarán un papel central en el proceso de “pacificación” de Siria, permitiéndoles sentarse en la mesa de negociaciones instalada en Ginebra.

Con Bashar Al Assad -tema que sigue en debate- todos acuerdan en mantener al régimen sirio y la “unidad política, geográfica y económica” del país, enfrentando a quienes cuestionan esta perspectiva, principalmente las fuerzas kurdas que pretenden imponer el “federalismo”.

El acuerdo Kerry/Lavrov tiene dos objetivos: deshacerse de ISIS y otras milicias “incómodas” y “convencer” o -si no lo logran- aplastar militarmente a las milicias YPG/YPJ, destruyendo el sistema del “Confederalismo Democrático” de los cantones de Rojava.

La presencia de tropas turcas -admitida por todos los involucrados en el pacto- responde a que, luego de la derrota del plan de “extensión del Imperio Otomano” a través de ISIS,  Erdogan dejó a estos a un lado para para transformarse en el “perro de presa” de Ginebra, realizando el “trabajo sucio” de liquidar la expectativas “autonomistas” de los kurdos.

La tarea de los revolucionarios  es ubicarse en la trinchera del pueblo kurdo, que será atacado ferozmente por esta gran alianza, constituida por los enemigos históricos de la democracia y el socialismo: los imperialistas y los gobiernos dictatoriales de Medio Oriente.  

La única manera de derrotarlos será apoyándose en la movilización de los únicos sectores que combaten consecuente y cotidianamente a todos estos canallas: la clase trabajadora y los pueblos de Medio Oriente, Europa y del resto del mundo.

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