Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, se encontraron en China, en la previa de lo que será la cumbre del G20. La misma tendrá lugar en la ciudad de Hangzhou, y se llevará a cabo los días 4 y 5 de septiembre.
Entre otros temas, hicieron referencia a importantes proyectos y acuerdos comerciales bilaterales, como la construcción del gasoducto TurkishStream, la "lucha contra el terrorismo" y una agenda política común a seguir en la región.
Las relaciones entre ambos países habían sido suspendidas tras el derribo de un bombardero ruso por parte de la aviación turca en noviembre de 2015. Las mismas fueron reestablecidas después de que Erdogan enviara una carta con un pedido de disculpas a Putin. El 9 de agosto de este año, se encontraron en persona en San Petersburgo, estrechando sus manos y formalizando la reconciliación.
El presidente turco celebró la reanudación de los vuelos comerciales, que se retomaron tras el incidente del derribo del Su-24. Espera que de esa forma lleguen miles de turistas rusos que apuntalen la devastada industria turística de Turquía, golpeada por los conflictos en los que su gobierno involucra al país, la violencia estatal y paraestatal, los atentados del Daesh y la creciente ola represiva desatada tras el intento de golpe protagonizado por un sector de las fuerzas armadas.
De acuerdo a una nota publicada por el medio proiraní HispanTV, el mandatario ruso afirmó que "queda mucho por hacer para restablecer la cooperación de pleno formato en todos los derroteros...", en lo que sería un claro gesto acerca de que son varios los temas a tratar en los que se espera común acuerdo.
La nota refleja que Putin aseguró que "Turquía está viviendo una situación difícil, combate el terrorismo y enfrenta a crímenes terroristas", lo cual indicaría puntos en común acerca del conflicto interno que atraviesa el país, y por extensión, un principio de entendimiento con respecto a la crisis siria, un visto bueno a la intervención de tropas turcas en Jarabulus y una posible cooperación en la "resolución" del conflicto.
El presidente ruso bromeó con Erdogan acerca de uno de los presentes en la delegación turca. "Si el jefe de los servicios secretos de Turquía está aquí, entonces ya no tenemos nada de qué hablar. Él probablemente ya informó de todo", expresó Putin sonriente y en tono jocoso, según lo publicado por la agencia rusa RT.
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