Por Juan Giglio
Según informa la agencia de noticias ARA news, fuerzas
militares turcas y sus aliados del supuesto Ejército Libre de Siria o FSA,
continúan bombardeando – desde el martes - el pueblo de Tel Rifaat en el norte
de Aleppo, golpeando sobre posiciones del SDF o Fuerzas Democráticas Sirias, que
son conducidas por las milicias kurdas.
Cuarteles del SDF y residencias civiles fueron cañoneadas
con docenas de bombazos de morteros. Las tropas turcas, además, están
utilizando artillería pesada y ametralladoras de altísimo poder de fuego. El
número de las bajas producidas por los atques aún no se conoce.
Al mismo tiempo, dos helicópteros “Cobra” de las fuerzas
armadas turcas ametrallaron la villa de Tal Alo in en la gobernación del
noreste sirio, Hasakah, muy cerca de los lugares en los que se encuentran las
fuerzas árabes denominadas “Sanadid”.
Por otra parte, las fuerzas invasoras de Turquía ingresaron
al territorio controlado por las autoridades del cantón kurdo de Afrin, situado
al noroeste de Aleppo. Los soldados turcos empezaron a ocupar esa región desde
enero de este año.
Las Unidades de Auto Defensa de las Mujeres, YPJ, tuvieron
duros enfrentamientos con tropas de Turquía el domingo pasado, cerca del pueblo
de Amude, también en la gobernación de Hasakah, aunque después de tres horas de
combate pudieron hacer retroceder a los fascistas.
Queda cada vez más claro que las fuerzas armadas de Erdogan
están reemplazando, aunque en algunos lugares trabajando en equipo, a las
bandas de ISIS, cuyo poder había sido direccionado hacia los cantones de
Rojava.
La derrota de Estado Islámico en Kobane y otras batallas
emblemáticas hicieron cambiar los planes a los enemigos del pueblo kurdo,
obligado a Erdogan a empujar a sus propias tropas hacia territorio Sirio, de
manera de aplastar la experiencia autónoma de Rojavá.
Las conversaciones de Astana y Ginebra han dejado un
resultado muy claro: todos negocian sus respectivas influencias territoriales y
políticas, pero todos, absolutamente todos – imperialistas yanquis y rusos,
iraníes, turcos, sirios y árabes sauditas – están unidos alrededor de un punto:
“garantizar la unidad de Siria”.
Esta frase significa la intención de terminar con el
Confederalismo Democrático, ya que en los hechos y a pesar de sus propuestas “anarquistas”,
los kurdos del PYD – influenciados por el PKK – han construido un estado propio
que atenta contra los pactos de la primera post guerra: Sykes Picot y Laussane,
que dividieron al Kurdistán en cuatro países diferentes.
Los trabajadores y los pueblos de todo el mundo debemos
defender el justo derecho a que el pueblo kurdo tenga su propio estado, o como
pretendan llamarlo. Más allá de nuestras diferencias políticas con la dirección
de este proceso, nos ubicamos en la trinchera de la defensa de Rojava y
convocamos a todas las organizaciones y personalidades a hacer lo mismo.
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